Este blog se llama "Indignación científica". Muchas veces he dado rienda suelta a mi propia mala uva, dejando correr las letras y las líneas, contándoos las cosas que me enervan, sobre todo pseudociencias y actitudes claramente anticientíficas. Otras, he intentado divulgar un poquito de ciencia, algo que aclare las ideas de algún que otro personaje mal informado y mal informante. Y otras, que han sido varias, os he hablado de la práctica de la ciencia en este país, de a qué nos enfrentamos los científicos cuando intentamos ejercer nuestra profesión.
El artículo de hoy es parte de una colaboración, cuya autoría permanecerá en el anonimato. Sin embargo, con muchas de las cosas que dice estoy de acuerdo y las suscribo, así que en este blog doy cobijo a su queja para que, bajo el título de este blog, dé rienda suelta a su propia indignación.
El artículo de hoy es parte de una colaboración, cuya autoría permanecerá en el anonimato. Sin embargo, con muchas de las cosas que dice estoy de acuerdo y las suscribo, así que en este blog doy cobijo a su queja para que, bajo el título de este blog, dé rienda suelta a su propia indignación.