lunes, 11 de julio de 2016

Álcalis, mentiras y cintas de vídeo

Hace un tiempecillo ya, como muchos sabréis, tuve una polémica con una empresa de venta de productos para llevar una vida alcalina (¿?), que es superchachiguay y que intenta hacerse la estupenda para aparentar que venden algo que funciona, dedicados a sacar provecho de la ignorancia y la inocencia de aquellos a quienes intentan captar. Algunos ya vivísteis la historia en directo, pero creo que es momento de recopilarla y escribirla en condiciones, para dejar claro que lo único que hacen es intentar vendernos la moto. Vamos allá.



AlkalineCare, vendiendo basura


AlkalineCare es una empresa que, basándose en el mito de la alimentación alcalina (sea lo que sea eso) intenta lucrarse a costa de la gente que, inocentemente, se ve convencida de que este tipo de productos y dieta va a suponer algún tipo de beneficio en su vida diaria. En su página web podréis encontrar un gran número de productos, bastante caros además, con los que aprovecharse de la ignorancia de la gente. Así, podemos encontrar complejos de sales inorgánicas que prometen cosas que no pueden justificar y que ni la EFSA ni ningún otro organismo ha aprobado. Un ejemplo son sus cápsulas de carbonatos metálicos, que venden por casi 24€ y que irán directamente a la cuenta de algún desalmado.

Ya no es sólo esto, sino las promesas que hacen y que no pueden demostrar. En este anuncio que tenéis aquí al lado, por ejemplo, podéis comprobar cómo hacen promesas de juventud que dicho producto no ha podido probar. Ni ahora ni nunca. 

Evidentemente, el siguiente paso, es pedirles pruebas de sus afirmaciones, de que la dieta alcalina famosa cumple lo que ellos prometen. Entonces es cuando empiezan a tergiversar y mentir, como comprobaréis ahora.

Primera cita, intentando huir

Hay que reconocer que los chicos lo intentaron. Lo intentaron mal, pero lo intentaron. Y es que creyeron que una estrategia valida era pegar una y otra vez un enlace a un estudio que se pregunta si hay evidencia de que la dieta alcalina tenga algún tipo de beneficio. En primer lugar, me parece bastante deshonesto que un artículo que se pregunta si hay evidencia de algo, se utilice como evidencia de ese algo, precisamente. Pero en fin, es lo que presentaron los muchachos, así que comencé a desmenuzarlo.

El artículo, que parece ser una revisión bibliográfica acerca del tema, comienza con una pequeña introducción en la que explica, de manera más o menos amplia, cómo ha cambiado el pH del océano y del suelo (que no sé qué tendrá que ver con la dieta alcalina) y cómo se ha reducido el ratio Na/K en la dieta humana a lo largo de la historia. También pasa como de puntillas por los cambios del metabolismo renal con la edad. No habla de la dieta alcalina en ningún momento. Una segunda parte, habla de la regulación del pH en distintos tejidos y células. Nada nuevo y que, dieta alcalina o no, funciona igual. El sistema de regulación de pH del organismo no depende de la dieta, sino del equilibrio del sistema de tampón carbonato. De hecho, como cuenta Juán Revenga, sería mucho más barato y efectivo hiperventilar. Pero eso, como también advierte, sería bastante peligroso...

A partir de aquí, el artículo entra en materia y, comenzando con la acidosis metabólica, incide sobre la importancia de esta situación en el intercambio de calcio y carbonato en el hueso. De la misma manera, señala un remedio: vitamina D y bicarbonato potásico. Es más, a pesar de querer demostrar que la dieta alcalina tiene algún beneficio, citan una revisión sistemática que señala que no hay evidencia algunade que la dieta alcalina proteja frente a los efectos de la acidosis metabólica:


Este recorte lleva directamente a la referencia 31 del artículo que no es ni más ni menos que esta otra que concluye lo siguiente:


Vamos, lo que decíamos arriba. 

Pasa el estudio, después, a analizar el efecto sobre el músculo de la acidosis crónica. Igual que en el caso anterior, la suplementación con bicarbonato bastaría para solucionar la situación. Sin embargo, añaden un estudio en el que se demuestra que al aumentar la ingesta de frutas y verduras en una población de Inglaterra, mejoraron algunos indicadores metabólicos. Esto, quizá en Inglaterra sea cierto, pero en España, donde tenemos un consumo de frutas y verduras más elevado, no tendremos el mismo problema. O sí, pero no será por no tomar frutas y verduras, vaya.

En las siguientes secciones, el artículo sigue analizando distintas situaciones patológicas, pero cualquier alteración que pudiera ser concomitante a la acidosis metabólica crónica en ellas se soluciona con un aporte correcto de vitamina D y suplementación con bicarbonato. Vamos, que no hace falta comprarse las noventa capsulitas por 24 eurazos para solucionarlo.

Entonces es cuando el artículo le da una patada en el estómago a la dieta alcalina. Ellos, que se ufanan en pregonar que ayuda a la curación del cáncer, tienen por bandera decir que ayuda en los tratamientos de quimioterapia. Pues llegando a la sección de la quimioterapia:


Exacto: no hay beneficios de la dieta alcalina en la prevención del cáncer. Vaya.

Es curioso, porque cuando el artículo entra en la parte de la discusión, deja bastante claro que los beneficios que hay demostrados son bastante dudosos, no hay suficientes datos o los que hay son de dudosa calidad. Es por ello que cuando el artículo enumera las conclusiones todas suponen un salto de fe muy grande. Desde concluir que hay un beneficio en el metabolismo óseo o muscular, que ellos mismos se han encargado de tumbar, hasta que la quimioterapia se beneficia de la dieta alcalina, algo que, como veis en la imagen anterior, también es falso.

Así, tirando de la honestidad que aún les queda, los autores del artículo reconocen que es arriesgado recomendar la dieta alcalina, ya que no hay ningún beneficio demostrado y que son necesarios más estudios:


A los autores del artículo original hay que reconocerles el ejercicio de honestidad. A los de AlkalineCare, no. De hecho, tras mostrarles que su fuente no les daba la razón  y que la estaban utilizando de forma torticera en un alarde de cherry picking, se inició una discusión que desembocó en el bloqueo en Twitter.

Segunda cita, por la espalda

Como pensaron que se habían quitado a la mosca cojonera de encima, intentaron volver a convencer a la gente con un estudio que, según ellos, corroboraba las bondades de la dieta alcalina. Bloqueado, no pude hablar directamente con ellos, así que también despellejé el artículo para que la gente que había asistido a la conversación se lo pasara. ¿Que cómo lo hice?

Según el propio estudio, el objetivo es encontrar si hay una relación entre los determinantes ácido-base de la dieta y el pH de la orina. En concreto, si se relaciona con el consumo de fruta, verdura y carne. Se usó un marcador de la ingesta de fruta y verdura, la vit. C. Y se compara con el pH de la orina. Como objetivo secundario, quisieron averiguar cómo de buenas eran las metodologías usadas para averiguar la relación entre dieta y pH.


25000 hombres y mujeres participan entre 1993 y 1997 en Norfolk (UK). Esto condiciona su dieta.  Quiero decir, la dieta en Norfolk no es la dieta en Murcia.



El pH se mide usando tiras de Ames. Mal. Las tiras no son el mejor método para medir el pH (gracias, neuralhacker). Esto ya causa un fallo grave en su estudio y en la obtención de los datos.

De hecho, aunque reconocen que los datos de fiabilidad no están disponibles, dicen que las usaron porque hay un estudio que dice que funcionan bien. La captura dice que es la cita 25. Esta no sólo dice que las tiras no son fiables, como veis en el título, sino que, además, no se midió la fiabilidad para el pH, por lo que la cita está MAL utilizada.

Dicho esto, el estudio recoge que aquellas personas con una dieta más alcalina (sic; aunque simplemente lo que hicieron fue un cuestionario sobre hábitos alimenticios y escogieron los individuos que comían más frutas y verduras) tenían una orina más alcalina. Esto no lo ha negado nadie. Sin embargo, en el análisis no se incluyó a quienes presentaban proteinuria, glucosuria o tenían prescrita una medicación diurética (más orina, más diluida, menos desviación del neutro) o alta presión sanguínea (filtrado más ineficiente y aparición de glucosuria y proteinuria).



Los resultados muestran que el pH es más básico en mujeres que en hombres, que la orina se vuelve más básica tras dejar de fumar y tras (ojo) ajustar por edad, IMC, actividad física y hábitos tabáquicos. Cuando además se ajustan estos parámetros al consumo de frutas y verduras, la relación consumo de frutas y verduras con el pH de la orina se mantiene. Sin embargo, los cereales y los lácteos no contribuyen significativamente al pH de la orina.



Además, dicen que (y recordad que medimos con tiras reactivas, no con un pHmetro) el consumo de carne acidifica la orina con los valores pH=6.1 (sin error) en hombres que consumen carne y pH=5.9 en hombres que no la consumen. Y dan un valor de p<0.001. ¿Sin errores? ¿Sin valores medios? ¿Sin desviaciones estándar? Vamos al apartado de estadística...



... pero no dice nada acerca de qué han comparado, cómo, qué tipo de análisis, ni si hay SEM o SD... nada de nada. Sólo hay que creérselo porque ellos lo dicen y ya.



El caso es que unas tiras reactivas que no son fiables, les dan valores de 5.9 y 6.1 en hombres y 6.0 y 5.9 en mujeres. Y que las diferencias entre 5.9 y 6.1 o 6.0 y 5.9 son significativas, incluso después de ajustar. Lo siento, pero sin valores de error, no me lo creo.

Después miden la vitamina C en plasma. Según explican en la tabla 4 existe una correlación significativa entre los distintos valores de pH en orina y la concentración de vit C en orina. Pero no dicen qué tipo de test o qué tipo de post-test han usado. Así que hay que hacer otro acto de fe con estos datos. Al menos tienen desviación estándar.



A continuación, analizan las diferencias de evaluación entre los métodos de análisis FFQ y de 7 días, en cuanto a la toma de distintos alimentos. Se muestra en la tabla que cada método es diferente y que existen diferencias significativas entre ambos.



Vamos a la discusión. Bien, allí se describe que a más ingesta de frutas y verduras y menos carne (no necesariamente siguiendo una dieta alcalina, ojo), orina más alcalina. Además, dicen que al haber una relación entre la vitamina C y el pH de la orina, se puede decir que el valor de pH en la orina es un marcador de la calidad de la dieta (¿?). Teniendo en cuenta que los españoles consumimos entre un 191% y un 393% de la cantidad diaria recomendada de vitamina C, nuestra orina estará saturada de vitamina C, por lo que esta relación no será tan real en la población española, por mucho que lo sea en Norfolk.



Que en los hombres es más ácida que en las mujeres, ya que tienden a comer más carne los primeros y menos fruta. Dicen que una explicación es que al tener un riñón más grande y un cuerpo más grande, los hombres podrían tener una mayor capacidad para excretar iones H+ (¿?). Añaden que sería interesante saber por qué para un mismo pH en la orina las mujeres tienen una dieta más alcalina que los hombres. Ahí lo dejan y yo no comentaré más.



También se discute que el consumo de carne reduce el pH de la orina en 0.1 unidades por cada 6-13 g de proteína. No comenta causas. Eso sí, comenta que la administración de bicarbonato tiene el mismo efecto que dejar de comer carne.



Después pasa a comentar algo muy interesante: la fiabilidad de las medidas con las tiras reactivas. Se queja de que hay errores y que eso da una correlación débil aunque significativa. E incluso "a errores en la interpretación de los colores" (¿?). Termina diciendo que hay que valorar la fiabilidad de estas medidas. Pero, si no te fías, ¿para qué las usas?



Acercándose al final, el artículo dice que son necesarios más estudios para evaluar los efectos de la modificación en la ingesta de frutas, verduras y carne y de la actividad renal. También comenta el artículo que la relevancia clínica de los resultados debe ser investigada en mayor profundidad. Del mismo modo, creen que su utilidad en la monitorización de los cambios en los hábitos alimentarios debe ser investigada con más profundidad.



Así pues, el artículo concluye que el aumento en la ingesta de frutas y verduras y la reducción en la ingesta de carne aumentan el pH de la orina. Pero NADA MÁS. Que el pH de la orina supone un buen indicador del efecto de la dieta en esa población y que su uso en  monitorización debe ser evaluado en profundidad.


Como ha sido un poco largo, vamos a recapitular qué es lo que dice el artículo. Lo voy a poner con puntitos, para que no se nos pierda nadie:

  • Usan un método que no es fiable, del que no se fían ni ellos, y que interpretan el color a ojo.
  • Encuentran una correlación muy débil y se inventan las razones para esa correlación.
  • Reconocen que sus datos deben investigarse más a fondo.
  • El aumento de la ingesta de frutas y verduras y la reducción de la ingesta de carne no es exclusivo de la dieta alcalina.
  • Tomar bicarbonato o citrato causa el mismo efecto.
  • El análisis estadístico está ausente, no se menciona o es dudoso.
  • Los datos se intentan tomar con decimales en un sistema que consiste en valorar colores a ojo.
  • No menciona en todo el artículo NINGÚN beneficio del aumento del pH en orina para ninguna situación.

¿Cómo cojones se atreve nadie, repito, nadie a decir que este artículo valida, de manera alguna, la dieta alcalina?

Vamos a cerrar esto...

Mis amigos de AlkalineCare, aparte de bloquearme para que no pudiera comentarles que este artículo que presentan como evidencia no valida la dieta alcalina, siguieron intentando convencer a la gente con el mismo artículo. Yo, ya lo sabéis, compilé parte de todo esto en un documento de Google para que se lo pasaran... con escaso éxito. Lo único que contestaron, y de esto hace ya más de un mes, es que lo comentarían entre ellos... 

Y hasta hoy.

Lo que me lleva a pensar que una empresa que se dedica a vender una gilijarra a un precio seis veces superior al precio al que la vende Amazon (gracias a Vary por las capturas):


tiene algo que esconder. Cuando intentan engañar a la gente con artículos, pensando que nadie los entenderá, insistiendo en que demuestran sus afirmaciones, cuando es mentira, tal como he demostrado aquí, es porque no son limpios. Si alguien se lee dichas fuentes y las desmonta, lo bloquean, para que nadie más diga nada. 

Este comportamiento de charlatán de feria no hace más que demostrar que los chicos de AlkalineCare venden humo, para aprovecharse de la inocencia, la ignorancia y la buena voluntad de las víctimas que captan. Y visto que tras asegurar que comentarían este documento y dirían algo, no han abierto la boca en un mes, tiendo a pensar que son conscientes de ello y sacan provecho de dicha farsa.

Así que, amigos y amigas, tened en cuenta esto antes de confiar en la dieta alcalina o cualquier memez similar. Y como dice mi amigo Vary, no os lo creáis, comprobadlo. Yo os dejo aquí mis pruebas y las de personas como Centinel, que han hecho un trabajo maravilloso en desmentir la venta de estas bobadas. Ellos... bueno, a saber...

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