lunes, 26 de febrero de 2018

Mejorando tus defensas

Blasón de la casa Celtigar, interpretación
propia. Alegoría de la defensa, el escudo.
Últimamente, estamos inundados de alimentos, complementos, suplementos, bebidas y demás mejunjes que prometen mejorar nuestras defensas. Incluso tenemos en el lineal del supermercado yogures que prometen que nuestras defensas serán poco menos que los pelendones (sí, había un pueblo que se llamaba pelendón) de Numancia si nos bebemos uno antes de salir a la calle. Seguramente habréis visto anuncios con infinidad de aditamentos que prometen precisamente esto: tus defensas serán la rep...anocha.

Igual la culpa de todo esto es de los publicistas, que oyen campanas, no saben dónde y salen por donde pueden los pobres. Pero esto de mejorar las defensas, ¿qué significa? ¿Es algo de verdad? ¿Se puede? Pues... vamos a verlo...

lunes, 12 de febrero de 2018

A la carga con las vacunas (IV): el enemigo en casa.

Janos Slynt, enemigo declarado
del Lord Comandante. Fuente.
Cuando se habla de vacunas, al final el tema desemboca, voluntaria o involuntariamente, en (y permitidme la licencia) los despojos antivacunas. Aún a riesgo de ser irrespetuoso con los despojos, mantendré este tono frente a ellos. Son el enemigo.

En el capítulo anterior, que dediqué a los adyuvantes que llevan las vacunas, ya desmonté alguna de sus fantasías y sus barrabasadas, pero quedan por comentar y desmontar de forma más concreta las chorradas que se inventan para vender el miedo como arma que les ayude a conseguir adeptos a su causa. Da igual que sea Pepito Pérez, que ha leído en internet alguna página imbécil apoyando a algún criminal, o que sea algún medicastro que se ha ciscado en toda su profesión: todos son culpables de que el antivacunismo o el movimiento antivacunas o como queráis llamarlo coja fuerza. En nuestro país, afortunadamente, parece que es anecdótico aún. Pero con casos como el del niño de Olot que murió de difteria y la epidemia de sarampión que recorre Europa, va siendo hora de que pongamos por escrito los delirios de estos Janos Slynt de la vida.