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viernes, 3 de marzo de 2017

Las ciencias de la computación, discriminadas por la AVAP

En primer lugar, tengo que pediros disculpas. Llevo tiempo sin actualizar el blog y tengo que volver. No desesperéis, no tardaré en escribir algo chulo.

De momento, vuelvo a prestar el blog a un compañero para que ponga en blanco sobre negro algo que le está causando problemas de índole personal y laboral. ¿Os acordáis de la historia de trabas que os conté hace unos meses? Pues esta persona sigue sufriendo los desmanes de un mundo hiperburocratizado que está lleno de contradicciones absurdas como las que nos cuenta hoy:

lunes, 22 de agosto de 2016

Tres historias

Hola, amigos. Hoy estoy aquí para contaros tres historias. No soy un gran contador de historias, eso lo dejo para gente mucho mejor y más hábil que yo. Sin embargo, y sin querer entrar en el intrusismo, hoy voy a convertirme en cuentacuentos para que, entre todos, echemos un ojo a una situación difícil que bien podría ocurrir. Y luego, quizá, poder reflexionar sobre un par de cositas. Vamos con ello.

lunes, 25 de julio de 2016

Burocracia e investigación: una historia de trabas

Este blog se llama "Indignación científica". Muchas veces he dado rienda suelta a mi propia mala uva, dejando correr las letras y las líneas, contándoos las cosas que me enervan, sobre todo pseudociencias y actitudes claramente anticientíficas. Otras, he intentado divulgar un poquito de ciencia, algo que aclare las ideas de algún que otro personaje mal informado y mal informante. Y otras, que han sido varias, os he hablado de la práctica de la ciencia en este país, de a qué nos enfrentamos los científicos cuando intentamos ejercer nuestra profesión.

El artículo de hoy es parte de una colaboración, cuya autoría permanecerá en el anonimato. Sin embargo, con muchas de las cosas que dice estoy de acuerdo y las suscribo, así que en este blog doy cobijo a su queja para que, bajo el título de este blog, dé rienda suelta a su propia indignación.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Humillación y endogamia

Esta es una de esas entradas que uno escribe casi por obligación, por descargar, por soltar toda la mierda que se puede llegar a enquistar. Es una de esas entradas que a mí me gusta llamar terapéuticas, porque al final, te quita un peso de encima. Pero también pretendo que reflexionemos sobre uno de esos cánceres que asolan la universidad. Ojo, eso sí: es un cáncer sólo cuando afecta a los demás, cuando somos nosotros los aquejados, entonces es la situación normal y hay que mantenerla y alimentarla a toda costa. Incluso a costa de gente que lo único que busca es hacer su vida y progresar en su carrera científica.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Cuando la pseudociencia entra por la puerta...

Vista aérea de Segovia
Segovia, una de las ciudades más hermosas de España
Estamos en esa época del año en que los charlatanes florecen, maduran y salen de gira a predicar sus evangelios luminosos, bienintencionados y chachis, llevando a todos un mundo de luz, color y buen rollo. 

A todos no. A los que nos damos cuenta de sus chaladuras y sus memeces lo único que nos trae es una mala hostia de cojones, y perdónenme el exabrupto. Esto es así ya de base, porque que estos señores, que ponen en serio riesgo la salud de quienes puedan llegar a escucharlos son capaces de hacer hervir la sangre a quienes les escuchamos hacer afirmaciones que atentan directamente contra el bienestar y la salud de gente que, en su desesperación, se agarran a cualquier clavo ardiendo que les muestre un rayito de esperanza, por mínimo que sea. Pero cuando además van a un sitio al que amas, como es en mi caso Segovia, la sangre te hierve mucho más.

Que alguien invite a un charlatán a soltar mierda a su casa me parece grave. Pero cuando lo hace con la colaboración de una institución pública, como es el IES Andrés Laguna, de Segovia, es más grave aún.