lunes, 16 de noviembre de 2015

Cuando la pseudociencia entra por la puerta...

Vista aérea de Segovia
Segovia, una de las ciudades más hermosas de España
Estamos en esa época del año en que los charlatanes florecen, maduran y salen de gira a predicar sus evangelios luminosos, bienintencionados y chachis, llevando a todos un mundo de luz, color y buen rollo. 

A todos no. A los que nos damos cuenta de sus chaladuras y sus memeces lo único que nos trae es una mala hostia de cojones, y perdónenme el exabrupto. Esto es así ya de base, porque que estos señores, que ponen en serio riesgo la salud de quienes puedan llegar a escucharlos son capaces de hacer hervir la sangre a quienes les escuchamos hacer afirmaciones que atentan directamente contra el bienestar y la salud de gente que, en su desesperación, se agarran a cualquier clavo ardiendo que les muestre un rayito de esperanza, por mínimo que sea. Pero cuando además van a un sitio al que amas, como es en mi caso Segovia, la sangre te hierve mucho más.

Que alguien invite a un charlatán a soltar mierda a su casa me parece grave. Pero cuando lo hace con la colaboración de una institución pública, como es el IES Andrés Laguna, de Segovia, es más grave aún.

lunes, 9 de noviembre de 2015

¿Soy el único que se siente insultado?

Logo de Cotec
Logo de Cotec
El pasado día 3 de noviembre, a las 17:00 horas, COTEC, la fundación para la innovación, y no dudo que con su mejor intención, organizó un debate con representantes de todos los partidos políticos que quisieron ir (aunque luego Convergència Democrática de Catalunya y el Partido Nacionalista Vasco declinaran la invitación por distintas razones). Así que Vicente Vallés, como moderador, se puso frente a ellos e hizo lo que pudo por conducir aquel despropósito. Porque, si lo viste igual que lo vi yo, sabrás que fue un despropósito, cargado de obviedades y falto de soluciones y de propuestas concretas que solucionaran la situación del sistema de I+D en España. No sólo eso, sino que apenas dos de los ponentes parecían saber cómo está realmente el asunto en nuestro país. ¿Veredicto? Un paripé para que nadie pueda decir que los políticos no debaten sobre ciencia.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Epidemia

No, tranquilos, que no me refiero a una rarísima enfermedad mortal que pueda llegarnos a modo de juicio divino y aniquilarnos a todos por pecadores (aunque haya gente a la que le gustaría, y todos sabemos ya de quién hablo). Me refiero a una rara dolencia que sufre una de las profesiones más notorias en todos los países del mundo.

No, tampoco hablo de los peluqueros, por mucho que la IARC clasifique la peluquería como profesión sometida a un riesgo probable de padecer cáncer en categoría 2A. Aunque sí hablaré de la IARC más tarde. Me refiero a los periodistas. Y, más concretamente, a un grupo de ellos, no a todos. Me refiero a ese grupito de periodistas a los que la realidad les importa medio ardite y sólo pugnan por vender un titular o lamerle el ojal al gurú de moda. Sí, son esos que hacen, como yo digo con toda la inquina de la que soy capaz, periodismo gilipollas.

lunes, 26 de octubre de 2015

Más promesas

Hace un par de semanas mi entrada sobre las burradas de un auténtico analfabeto científico alcanzaba cierta cota de lecturas como no había visto en mucho tiempo. Ya os dije que estábamos en campaña y, aunque este no se presentara a nada, estaba en su papel de tonto útil para arrebañar votos de entre los troglohippies desengañados tras el batacazo de algunas otras fuerzas políticas. También, hace unos meses, y ante el más infame desconocimiento de cómo se hace esto de la ciencia, le dediqué unas líneas a otro "iluminao" que parecía creer que la ciencia sólo se debe hacer cuando llena de pasta el bolsillo de algún jerifalte. Pues metidos en harina, nos llega ahora la propuesta de PdrSnchz de traerse a 10.000 científicos que han emigrado para buscarse la vida en lugares en los que se les aprecia más que aquí.

Y, señor PdrSnchz... le pido encarecidamente que le cuente cuentos a sus niñas.

lunes, 19 de octubre de 2015

¿La edad de oro de la divulgación?

Quería haber abierto esta entrada la semana pasada. Pero luego alguien habló más de lo que convenía y tuve que intervenir. Bueno, no tuve, pero lo hice igual. El caso es que, últimamente, en España estamos viviendo un repunte de la divulgación científica. No sólo en internet, donde ya sabemos que hay enormes y grandísimos divulgadores, sino también en secciones de periódicos y algunos magazines de televisión. E incluso tenemos programas en la televisión, tales como Ciencia para Torpes o La ciencia a tus pies, que convierten la ciencia en un espectáculo. También nos hemos deleitado, esta misma semana con el estreno del Cosmos de Degrasse Tyson en castellano. Desde hace un año además tenemos en antena la magnífica Órbita Laika. Y ayer mismo, ADNMax emitió su tercer programa. Parece que la ciencia interesa y mucho. Pero no es oro todo lo que reluce, ya lo sabéis.

lunes, 12 de octubre de 2015

No engañan a nadie...

... aunque lo pretendan.

Estamos en campaña electoral, señores. Y se nota. No sólo porque hay inauguraciones, los políticos bajan de sus altas tribunas para mezclarse con la plebe, abrazan niños y estrechan manos. No. Sino también porque es época de promesas, de grandes palabras, de proyectos que compartir juntos. Es época de discursos épicos, de gestos y brindis.

Y es que se mezclan con la plebe a la que desprecian y abrazan niños y estrechan manos que les asquean. Es época de promesas vanas, de grandes palabras vacías, de proyectos que veremos, juntos, cómo se quedan en un cajón. De discursos con fallos épicos, de gestos inútiles y brindis al sol. ¿Que no os lo creéis? Pues os traigo un ejemplo: José Antonio Pérez Tapias.

lunes, 5 de octubre de 2015

Jules Bianchi: un año.

Jules Bianchi, con su eterna sonrisa.
El pasado día 17 de julio nos dejaba el piloto Jules Bianchi, tras el accidente sufrido durante el GP de Japón de 2014, en el circuito de Suzuka, al impactar su monoplaza contra la grua que extraía el coche de Adrian Sutil, entonces piloto del equipo Sauber, de las protecciones contra las que se había estrellado. Ya entonces la cosa pintó mal. Bastante mal.

El diagnóstico inmediato fue el de daño axonal difuso. Su pronóstico ya fue desalentador desde el primer momento. Pero aún así, Jules luchó contra su lesión durante nueve meses y medio. Pero perdió la batalla y su estrella acabó por apagarse. Hoy, en el primer aniversario de aquel terrible accidente, y como homenaje, quiero dedicarle un post sobre su lesión, para que el daño axonal difuso tenga más alcance y, quizá, se aliente así a científicos, médicos y cualesquiera otros profesionales de la sanidad a profundizar en su conocimiento. Y, para ello, voy a tomar el post que ya escribí hace un año, y lo ampliaré en lo posible.